Mis placeres.
Ostras que cuando las abres tu mismo, suavemente y con la ayuda de una toalla tratando de encontrar en punto presciso donde situar la punta del abridor de ostras y con un movimiento de una llave que no abre, se abre, y pasando el abridor delicadamente para que la concha no se rompa, y manteniendola siempre horizontal para no perder ese jugo de mar, se despega la carne de la concha, con unas gotas de limon y mi mignionette(vinagre de campanya , pimienta , chalotas picadas) me la llevo a la boca , descanso y me fascino por ese gusto que me queda por un tiempo en el paladar, que se complementa con un buen vino blanco(ojala sauvignon blanc chileno del valle de casablanca o en su defecto alguna version de napa valley, aunque ninguno de los anteriores supera al vino blanco que mi padre siempre mantiene en el refrigerador).
Como una pausa en el tiempo, me siento, con el menu en mano busco algo nuevo pero tengo clarisimo que tengo que ordenar, solo o con un libro y listo para disfrutar de una de mis seciones de spa culinario pido dos unagi sushi, un spicy tuna roll, si hay fresco tuna hamachi sashimi(atun blanco), y shrimp tempura roll; para tomar, agua(confieso no ser un fanatico del sake). Lo mejor de todo, es como todo es mas lento con el ritual, casi un baile entre el jengibre como pickle, y el wasabi(que de a poco me he ido fascinando)con ese picante singular, tomando cada pieza de sushi con esos palitos de madera, pasar por la salsa de soya y terminar en mi boca. Una vez terminado hasta el ultimo bocado, salgo de este pequenyo restaurant, renovado, mas relajado y mas tranquilo.....
CONTINUARA........
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